No es posible todo esto que ocurre.
Las horas avanzan lentas
y yo me apago en cada palpitar.
Ha ocurrido un temblor en mi cuerpo
que ha dejado muchas fisuras.
No me reconozco entre tanta oscuridad.
Soy aquella sombra que baila sola entre lobos.
Soy la piel de cordero tendida sobre el desierto.
Las horas avanzan lentas.
No me reconozco.
Existe la posibilidad de retronar a mi estado
normal de reposo.
Mis manos no responden ante las inclemencias
del entorno.
Guardo para mí mismo todas estas imágenes de serpientes
y me deslizo entre tortugas milenarias que me
van dejando atrás y se alejan riéndose a carcajadas.
Han cavado una tumba muy profunda
que no se cansa de coquetearle a mi cadaver.
No estoy muerto, advierto,
estoy más vivo que una medusa
o que un precipicio.
Estoy a la espera de que alguien
me lo haga saber.
Aquí o en cualquier otro sitio.
Me recuesto sobre mi espalda arqueada
y sé que pronto habrá de amanecer.
Escribo para salvarme a mí mismo.
- Hank
- Distrito Federal, Mexico
- Toma mucha desesperación, insatisfacción y desilusión escribir unos pocos buenos poemas. No es para todo mundo, tampoco el escribirlos o incluso leerlos
Lo que tienes que ver...
22 de mayo de 2009
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