como un guisado,
como la mecánica alegría de engancharnos
labio con labio;
mis manos arden como arias,
pero mejor pienso en libros
de anatomía,
y me pierdo en ti
mientras las naciones arden rabiosas.
Recuperarse del peor de los errores
y renacer,
superar el daño y enmendarse
hasta ser aceptados.
La gloria de una tarde de sábado
como morder un buen durazno
y verte caminar por la habitación
agobiada de todo,
menos de mi amor.
Charles Bukowski.

No hay comentarios:
Publicar un comentario