muy gordo,
muy delgado
o nadie.
Risa o lágrimas,
rivales o amantes.
Extraños con rostros
como el reverso
de los dedos pulgares.
Ejércitos corriendo
entre calles sangrientas
agitando botellas de vino,
acuchillando y cogiendo con vírgenes.
Un viejo en un cuarto barato
con una fotografía de M. Monroe.
Hay una soledad tan grande en este mundo
que puedes verla en el lento movimiento
de las manecillas del reloj.
La gente está cansada,
mutilada
por el amor o el desamor.
La gente no es buena con la demás,
el uno al otro.
El rico no es bueno con el rico,
el pobre no es bueno con el pobre.
Tenemos miedo.
Nuestro sistema educativo
Nos dice que todos podemos a llegar a ser
Ganadores de culo grande.
No se nos dijo de los atrevidos
o los suicidas
o del terror de una persona adolorida,
en un lugar solitario,
intocable,
indecible.
La gente no es buena con la demás.
La gente no es buena con la demás.
La gente no es buena con la demás.
Y supongo que nunca lo serán,
y no les pido que lo sean.
La cuenta suspenderá,
las nubes nublarán,
el asesino decapitará al niño
como si diera una mordida a un cono de helado.
Demasiado, muy poco,
muy gordo,
muy delgado
o nadie.
Más rivales que amantes.
La gente no es buena con la demás.
Tal vez si lo fueran
nuestras muertes no serían tan malas.
Mientras tanto, miro a las jovencitas
codiciadas, flores de oportunidad.
Debe haber una manera,
seguramente debe haber una manera
en la que todavía no hemos pensado.
¿Quién puso este cerebro en mí?
Él llora,
él pide,
él dice que hay oportunidad.
Ésta no dirá no.
Charles Bukowski.

1 comentario:
que buen poema...
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